Una de las inversiones que no se han establecido con la velocidad debida son los biodigestores, que nacen con la idea de mitigar la contaminación de gases de efecto invernadero generado por el estiércol del ganado bovino
Igualmente se ha sumado el aprovechamiento del biogás para producir energía para la ordeña, energía calorífica para las calderas y sus desechos de materia orgánica como abono, favoreciendo a la fertilización en la producción de forrajes, todo ello con el objetivo de bajar costos.
Al inicio, los modelos de biodigestores eran muy simples, pero hoy en día al intentar producir energía presentan cambios trascendentales que han implicado una especialización en el conocimiento de su manejo, entender su proceso bioquímico y mantener uniforme la producción de los microorganismos que generan gas metano.
En un origen la inversión de un biodigestor para 1,200 animales en ordeña costaba 2 millones de pesos, actualmente varía de 5 a 7 millones, derivado de los cambios en el modelo, que permiten obtener el mayor beneficio durante todo el año. Quizá sea su costo el que ha hecho lento su establecimiento en un entorno complicado de la lechería que busca otras alternativas de menor inversión para bajar costos.
Otra opción que está complementando a los biodigestores es la utilización de la energía fotovoltaica con los paneles solares, para la cual las expectativas son favorables para aprovechar la intensidad de los rayos del sol en zonas como la Comarca Lagunera. La utilización de paneles solares por el momento, con un contrato de interconexión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se han establecido como fotovoltaicos conectados a la red, es decir, la CFE, a través de un medidor bidireccional digital, registra la toma de energía producida por los paneles y los hace efectivo como bonificación en el recibo de luz de la empresa. La experiencia del uso de esta tecnología en algunas empresas de la región Lagunera les representa beneficios en reducir 25% del costo de energía.
En el caso del destino de las vacas de desecho, es a través de los rastros Tipo Inspección Federal (TIF) que se tiene el reto interesante para mitigar la contaminación, aprovechando todos los desechos con la finalidad de producir biogás y obtener energía renovable también con el propósito de disminuir los costos de consumo de energía.
En la Comarca Lagunera la empresa Intergan es un claro ejemplo de una planta TIF, la cual procesa ganado bovino leche y carne para sacrificio y empaque con una capacidad para sacrificar 450 cb al día y 330 canales procesados.
Dicha empresa ha sido apoyada por Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) en sus planes de crecimiento, atendiendo sus necesidades de inversión con crédito a corto y largo plazo y con criterios de crecimiento sostenible mediante la implementación de tecnologías como los biodigestores que le permitan, a través de los desechos, generar fuentes alternas de energía y reducir contaminantes que dañen el medio ambiente, además de instalar calentadores solares para generar agua caliente para la limpieza general.
La inversión les ha permitido reducir 100% su costo de energía calorífica, ya que se producen 2,600 mt3 de biogás diarios con lo cual ahorran cerca de 340,000 pesos por mes al ya no adquirir gas lp para las calderas. Con el excedente de biogás además se aprovecha 30% de la capacidad de la turbina para lograr reducir el costo de energía eléctrica en 6 por ciento. Se pretende optimizar aún más la producción de biogás con un biodigestor tipo cilindro para generar energía calorífica para un nuevo proyecto de deshidratación de vísceras que demanda 60,000 pesos de gas LP mensuales y que no se tendrá costo alguno con el biogás, de acuerdo con sus directivos.
Una ventaja de los biodigestores de esta planta es que cuentan con un sistema de calentamiento y de agitación, así como un sistema de tratamiento de lodos, que en su conjunto les permite producir más biogás y mantener uniforme la producción de gas durante el año. Este beneficio se debe al control de la temperatura en la cámara de prefermentación que proporciona las condiciones necesarias de presión, concentración de materia orgánica, pH, TRH (tiempo de retención hidráulica) y el volumen de manera constante.
Estas inversiones son necesarias por las exigencias ambientales, están acorde a la política pública de fomento a las energías renovables y disminución de consumo de combustibles fósiles, contribuyen a que las descargas en cuerpos receptores de agua proveniente de procesos agropecuarios y agroindustriales cumplan con las normas oficiales y den sustentabilidad a la actividad.
Empresas como Intergan, que están comprometidas con la inocuidad y la calidad de sus productos, son un buen ejemplo a nivel nacional para los rastros del país al dar sentido a la transformación de la carne para el mercado nacional y de exportación bajo un enfoque rentable y armónico con el medio ambiente.
Martín Eduardo Luna Prieto, especialista de la Subdirección Regional de Promoción de Negocios Norte. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
Fuente: http://www.ganaderia.com/ganaderia/home/articulos-interior.asp?cve_art=10056
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