A mediados del siglo pasado el negocio ganadero empezó a incorporar nuevas alternativas de manejo. Debido a la demanda de leche líquida para comercializar, los ganaderos comenzaron a ordenar sus vacas, compartiendo la producción de esta con el ternero. De un sistema ganadero de cría, madre e hijo como binomio productivo, se pasó a un sistema de tres ¨socios¨ la vaca, la cría y su propietario. Sin grandes cambios de manejo, especialmente nutricionales y de relación vaca-cría, se inventó un sistema al cual se le etiqueto bajo el nombre Sistema Doble Propósito. SDP, el cual rápidamente se difundió por todas las extensas planicies del trópico bajo, como decía, casi sin diferenciación de manejo, si con diversidad racial.
Tomando como punto de partida el momento del parto, en las ganaderías de “avanzada¨, las vacas paren en un potrero destinado para ello, conocido como el de las ¨próximas y-o recentinas¨donde se las va llevando a parir. Un potrero que por lo general es un peladero, cercano a la casa, donde se intenta controlar los nacimientos. Otro manejo, desafortunado y frecuente, permite partos en el potrero de las escoteras (horras), distante de la casa y generalmente ¨sucio¨ donde se realizan rondas para ir recogiendo las paridas. Una vez se logra encontrar la cría, se la monta atravesada sobre la cabeza de la silla de montar, al frente del vaquero, quien demostrando gran pericia los lleva rápidamente al corral donde se le hará curación de ombligo y se entetara. Como consecuencia de ese ¨paseo¨ muchos terneros mueren. Muchas vacas “esconden” la cría y no es extraño que pase uno o más días para “descubrir” los partos. Lógicamente es una lotería para un ternero mamar calostro las primeras horas y que su ombligo sea curado antes de infectarse. La mortalidad de crías, siendo alta, no es siquiera considerada y el número de vacas ¨viudas¨ es significativo. Se procede con el entete, en el cual muchos terneros apenas logran mamar unos cuantos centímetros cúbicos de calostro, se les cura el ombligo con una solución generalmente irritante, humectante y para acabar de completar el cuadro, se le aplica un producto en pomada, polvo o spray que si se lee sus instrucciones se ve una carabela acompañada de dos palabras MEDIANAMENTE TOXICO. Es significativa, más no considerada importante, la muerte de terneros y siendo prácticos, cuando se complica un neonato, causa menos perdidas muriendo, que sobreviviendo.
En general se tiene el concepto de que la cría debe ¨endurecerse¨ al lado de la madre, pastoreando con ella, mamando calostro durante varios días, permitiendo además que la leche esté lista para la venta. Una semana o más, se mantiene el binomio en el potrero. Muchas crías no logran tomar el pezón en su boca, ya sea porque es muy grande o, en la medida en que la vaca sea más productora, estará inflamado, le dolerá y no permitirá a su cría lastimarla. No es extraño que muchos terneros permanezcan durante los primeros días aprendiendo y preparándose para lo que van a vivir durante su periodo de lactante: aguantar hambre. Al no serle extraída la leche a la vaca, ella frena su producción, llevándola al nivel en que su ubre no le moleste y que su ternero sea capaz de mamar. El Calostro retenido por varios días (normalmente debe salir el primer día) frenara la producción de leche. Una vaca con capacidad de superar los quince o veinte litros, con suerte terminara dando cinco, o mastÍtica.
Una vez se empieza a ordeñar la vaca, se presentan varias situaciones: tratándose de una novilla, se le inicia un traumático entrenamiento, donde el animal finalmente se somete a la tortura y se deja ordeñar, aprende quien manda. Se les acostumbra a ser estimuladas por la cría, a la que, frecuentemente a golpes, se le enseña a permanecer amarrada al costado de su madre. Los bovinos son excelentes alumnos y rápidamente, para bien o para mal, aprenden lo que se les enseña. Se inicia un “tira que jale” entre jalones, gritos, música estridente, perros, pelaos y golpes, en el que un hombre se mueve de un lado a otro con un balde en una mano, un sillín colgando de su cadera y en la otra mano un rejo, intentando ordeñar vacas antes de que su ternero, u otro ladrón, se la mame. Ordeña hasta que el balde se llene, chorree espuma, sin importarle suspender el ordeño mientras vacea, permitiendo se pierda el Apoyo. Ocurre esto cada tres, cuatro o cinco vacas, dependiendo de su producción. En general el ordeño es una jornada de ineficiencia y desperdicio integral, que afecta negativamente todo el proceso. Algunas se ordeñan a fondo en tres tetas y se le deja una al ternero. ¿Cuánta leche? . Solo sabemos que nunca es lo suficiente y además, que esta práctica afecta negativamente a la ubre. Finalizado el ordeño las vacas ya ordeñadas generalmente continúan con su cría en el mismo lugar, de donde salen de dos maneras: las de ternero pequeño (3-4 meses) van al potrero con cría, a intentar comer y lograr tranquilidad a pesar de una compañía que la acosa constantemente, se mantiene estresada, en crisis y un estado hormonal que le impide retomar su actividad ovárica normal. El ternero, a pesar de que la poca leche que logra consumir, prefiere esta poca a tener que comer forrajes, por lo general lignificados, que dañan su sistema digestivo monogástrico. Se mantiene en lo posible lactodependiente, a pesar del hambre. La segunda manera, pasado el cuarto mes, se maneja Ternero de Aparte, va la vaca sola al potrero y el ternero a rebuscarse en un potrero donde su rumen poco desarrollado, empieza tardíamente a intentar crear una flora ruminal capaz de aprovechar forrajes maduros, escasos en volumen, en hojas y en nutrientes. Algunos toman conciencia e inician programas de suplementación a sus crías, desafortunadamente muchas veces de manera equivocada, pues desestiman o desconocen la gran diferencia que implica alimentar a un monogastrico, a un animal en transición, o a un rumiante. Muchos alimentos, suministrados inadecuadamente, producen más daño que beneficios. La vaca ya pastoreando sola, liberada del stress y del bloqueo hormonal, empieza a ganar peso, a restablecer su actividad hormonal y a intentar preñarse. Al chequeo reproductivo al momento del destete, encontramos como en promedio un 25% de vacas pasan vacías, aumentando el porcentaje en las jóvenes y en las de mayor potencial productivo.
Especialmente en las regiones cercanas a las ciudades donde se maneja una vocación “más lechera” se intenta incrementar la producción mediante el “mejoramiento genético” utilizando reproductores de razas lecheras, taurinas y/o cebuinas, buscando, repito, aumentar la producción. El manejo y la alimentación se mantienen apegados a lo tradicional. “La vaca debe ordenarse con su ternero y debe producir leche con pastos, eso de sobrealimentar la vaca no va conmigo, yo no voy a comprar la leche”, “los potreros deben ser grandes, cómodos, con pastos que tapen, potrero chiquito y pastos bajitos, eso no sirve”, ¨quitarle las vacas a los terneros es pecado, se mueren¨. Solo tres perlas de un collar que ahorca el negocio. En la medida en que el potencial genético lechero es mayor, el animal es más susceptible a las deficiencias, que se hacen más notorias por la fallas en la crianza que caracteriza el SDP, con ¨orientación¨ lechera. Pasan meses, años, lustros, décadas y la producción lechera de estas regiones en lugar de subir, tiende a bajar y los parámetros productivos se nivelan con tendencia negativa. La inversión en “mejoramiento genético” no trae respuestas positivas, todo lo contrario y a más de la pérdida económica, causan la mayor que se pueda tener: la decepción. Así lo muestran las cifras manejadas por empresas compradores de leche que llevan cuentas y hacen proyecciones e intentos de incrementar la producción, estrellándose con una decisión firme de mantener las cosas y los procedimientos como se debe, pues así ha sido durante anos. “En esto ya todo está inventado, no me complico y lo hago como sé, que se debe hacer”. ¨Yo me puse a probar esa vaina y no sirvió pa nada¨. El Tesón y el ego manejado en el sector ganadero son envidiables.
Como consecuencia de ello: Lactancias sobre los 300 días que no alcanzan a los mil litros producidos, intervalos de partos superiores a los 18 meses, animales destetos a los 8 meses pesando menos de 150 kg. Primeros servicios y preñeces por encima de los 24 meses, primeros partos sobre los tres años (las menores) novillos cebados con más de tres años. Capacidad de carga menor a 400 kg por hectárea, producción de leche por hectárea menor a los tres litros. Retención de los animales un tiempo superior al 30%, en sitio de ordeño (extracción) y/o conducción, alejados de potreros o lugares de alimentación, donde se genera la producción. Más del 50% de la fuerza laboral ocupada de conducir, manejar y ordeñar animales, descuidado las ejecuciones productivas. Mínima atención al parto, crianza y desarrollo de animales jóvenes. Malas prácticas de pastoreo y suministro de agua. Leches millonarias en UFC, con altos niveles de enzimas y toxinas como consecuencia de ello, que no permiten procesos generadores de valor agregado. Elevada incidencia de mastitis, presencia de antibióticos en la leche (salud pública), alta pérdida de pezones, de ubres. Condiciones laborales y de vida deprimente, funcionarios con baja capacitación, pobre autoestima, actitud negativa y falta de compromiso, cultivando ruina e inconformidad. Son estas, entre muchas más, algunas de las realidades que se viven en un original Sistema Doble Propósito, un sistema que mantiene nuestra ganadería a la zaga, en una vorágine de pobreza y lamentos que la pone en desventaja con ganaderías que hace más de medio siglo superaron esos mismos parámetros y a las que hoy nos enfrentan los Mercados Abiertos.
Un sistema fracasado del que debemos tomar distancia. Insistir en él es continuar en un tobogán directo a la ruina y al fracaso.
Podemos concluir entonces que la muy bien intencionada sociedad Vaca/cría/propietario, es de hecho una alianza de perdedores, que con cambios sencillos los puede convertir, a los tres, en ganadores.
PLANTEANDO SOLUCIONES
Expuesto lo anterior, una realidad que solo comenzaremos a cambiar cuando la aceptemos, la entendamos, no le busquemos culpables, ni esperemos a que otro haga lo que a cada quien le corresponde, nos ponemos en la tarea de aportar por ese cambio.
En las siguientes páginas, nos dedicaremos a plantear, de manera intencionalmente repetitiva, alternativas reales y prácticas de ejercer la Profesión Ganadera, en una condición productiva, competitiva, rentable y sostenible. Generando riqueza, prosperidad, con mejores condiciones laborales y de vida para todos. Ganaderos Ganando, con funcionarios comprometidos, alimentando su autoestima en un negocio que les permita trabajar dignamente, para su bienestar y el de su familia. Una Ganadería para la Paz.
BUSCANDO UN COMIENZO
Durante el periodo de preparto se define gran parte de los procesos productivo y reproductivo de las vacas
La lactancia, realmente comienza semanas antes de que ocurra el parto, de allí la necesidad de prepararse adecuadamente. Además, el proceso lechero requiere ser enfocado desde varios ángulos.
Desde la hembra. En general todas requieren una preparación semanas antes de parir, para que su condición corporal en ese momento sea 4. Deben recibir una alimentación acorde con su disminuida eficiencia ruminal, por el efecto mecánico del feto. Idealmente alimentos de bajo volumen, ricos en nutrientes. Es importante cuidar el balance mineral, especialmente del calcio, situación que toma más relevancia en la medida en que aumenta el potencial lechero. Una prioridad es tener muy claro las exigencias de la glándula mamaria, favoreciendo su sano desarrollo y la formación de Calostro, idealmente debe estar seca durante 90 días. Aplicar Vacunas a las hembras en preparto es una inteligente inversión, pues se contribuye efectivamente a la calidad antigénica (contenido y tipo de defensas) del Calostro, cuyo suministro es la única manera de vacunar efectivamente a los Neonatos. Ojo, no hay otra.
Tratándose de una novilla, se le debe manejar de manera muy especial preparándola para el que será su primer parto. Ella aprenderá y se comportara de acuerdo a como se la eduque. Si va a ser ordeñada, semanas antes de parir se inicia su entrenamiento, llevándola al sitio de ordeño, ojala con las vacas. El buen trato, manejo suave y cariñoso es muy rentable. Si no se le va a ordeñar, la visita tranquila y agradable, los días previos al corral de manejo, tendrá un efecto muy favorable. Siempre mejor manejadas en grupo, evitar el animal solo. Esperar al parto para iniciar el amanse de las novillas es una costosa decisión. EL maltrato, el sometimiento con golpes, tiene un alto costo y condicionará la futura vida productiva del animal. Empleado que golpea los animales no se debe tener, sale más barato botarlo e indemnizarlo, que mantener un “sicario de la producción” en la finca
La vaca, es muy importante que permanezca seca mínimo dos meses antes del parto, requisito indispensable para realizar una buena preparación para la formación del calostro y lactancia posterior.
La vaca próxima al parto debe ser consentida, brindándole atención especial, teniendo muy claro que a pesar de estar sana, su organismo en ese momento maneja situaciones que ponen en peligro su vida física y productiva. Recuerda siempre que de ti depende, en gran manera, que esa hembra te haga ganar, o perder.
Un inadecuado manejo del preparto es mal negocio y causa muchas pérdidas, incrementadas en la medida en que crezca el potencial lechero. Un buen preparto, incluyendo suplementación estratégica, es un excelente negocio. Más tratándose de vacas con buena genética lechera, las que pagan ampliamente toda la inversión realizada en el preparto, produciendo leche abundante y preñándose oportunamente. .
La ciencia y la tecnología aun no logran desarrollar la vaca capaz de producir por sí sola. Por ahora esto solo sería un acto de magia, oficio que desafortunadamente las vacas no conocen. Así que, quien piense que sus vacas lecheras van a producir leche únicamente con lo que encuentren en el potrero, está equivocado y perdiendo dinero.
La verdadera economía está en manejar y suministrar los alimentos y materias primas adecuadas para los diferentes momentos durante las diversas etapas productivas que tienen los rumiantes. Nutricionalmente en la práctica, el mismo animal se comporta en determinados momentos, como animales muy diferentes, una vaca próxima, una recién parida, una con lactancia creciente, una en lactancia sostenida, una en plena actividad reproductiva y es otra, la vaca con lactancia en descenso, iniciando una preñez, asimismo es totalmente diferente una vaca seca, con un feto en acelerado desarrollo y una ubre preparando lactancia. Un mismo animal nos presenta diversas situaciones, cada una con sus retos. Algo similar ocurre con los animales jóvenes, presentando en diferentes etapas, decimos son cuatro, comportamientos y necesidades muy diferentes. El sentido común y la lógica, deben acompañar a un profesional ganadero para realizar un manejo acorde con esta situación que va mucho más allá del aspecto nutricional
Desde las instalaciones
En este punto es valioso tomar el lugar de los animales, intentar pensar como ellos podrían pensar o, como realmente ocurre, lograr descifrar su instinto. Son enormes las pérdidas que causa el diseñar y construir instalaciones con lógica y raciocinio humano. Los animales no se comportan como los hombre, no actúan lo mismo, no comen, no beben, no descansan, no socializan, no hacen nada de la misma manera como el hombre lo hace. Entonces, por que no les preguntamos?, por que no observamos e intentamos deducir pensamientos acorde a su comportamiento?, Evitaríamos muchas pérdidas.
Afortunadamente ya se estudia, se valora y se investiga la Etología Animal (comportamiento) y ya existen expertos en el tema que empiezan a ser observados con respeto por quienes hace poco se burlaban de su trabajo. La Doma Animal es un oficio en crecimiento, respetable y rentable.
Tratando el tema de manera muy superficial, aquí planteamos como es un hecho que las vacas y los animales, en general, se comportan mejor cuando fluyen avanzando, siempre prefieren caminar hacia adelante, desde lo oscuro a lo claro, retroceder va contra su lógica y confort. Ver una vaca, un perro, una gallina o cualquier animal caminando espontáneamente en reverso, no sucede. Entonces por qué no consideramos un hecho tan elemental cuando invertimos varios millones en instalaciones?. En estas es muy importante nuestro confort, pero el que da los billetes es el de los animales.
En lo referente a las vacas de ordeño lo adecuado es establecer flujos, que los animales, avanzando, pasen desde un sitio previo al ordeño, al lugar donde se hace el ordeño y de este a un post ordeño. El pre ordeño requiere tranquilidad, sombra, confort, lo que se garantiza otorgando un área por animal de 1.5 mt2. Techo no menor a 3 metros de altura y ventilación, de ser posible húmeda. Abanicos impulsando aire húmedo con la utilización de aspersores que, según investigaciones de muchos estudiosos, funcionan mejor con gota que con nebulizado. Idealmente la entrada de estos sitios debe hacerse pasando por lava patas, ojala con soluciones desinfectantes y protectoras de pezuñas.
El lugar de ordeño debe contar con puestos donde se ubica individualmente cada animal para ordeñarlo. Puede ser una simple palangana con un poste al cual se amarra la vaca, pasando por diversas alternativas, hasta la espina de pescado, el tándem o cualquier otro tipo de brete para ordeño mecánico. Es claro que el puesto de ordeño es requisito para hacerlo bien y debe utilizarse con ordeño manual u ordeño mecánico, en concordancia con el sistema utilizado. En el sitio de ordeño solo debe estar las vacas en ordeño. Eventualmente los terneros, cuando sea necesaria su presencia para el apoyo. Allí los animales solo pueden recibir alimentos de bajo volumen, concentrados, secos. Alimentos acuosos y/o forrajeros, como pastos, silo o heno, (de volumen), dificultan y retrasan el ordeño, además son contaminantes para la leche. Este lugar debe ser, sencillo, fluido, sombreado, seco, ventilado, sin olores, tranquilo, sin música estridente (champeta) sin gritos, sin golpes, sin pelaos, sin perros. Sin lujos ni extravagancias, tampoco con miserableza, que no se note la pobreza. Piso idealmente en cemento, rugoso o rayado, nivelado y excelentemente drenado, sin provocar inclinaciones, especialmente hacia el frente, de las vacas en ordeño. Piensa que este es el lugar donde se logra el producido que trae el dinero constante a tu empresa, hacerlo así te ayudara a invertir como se debe, sin que te duela tanto. Un buen sitio de ordeño siendo una rentable inversión, debe ser Digno.
De frente, sin recular, las vacas pasan a una sección que las conduce al Postordeño, donde espera agua de bebida en abundancia con fácil y suficiente acceso, sin que se puedan meter al agua los animales. Bebederos poco profundos, largos agua clara, con rápida reposición (alimentador) idealmente en un sitio donde no se puedan echar. Pasan luego a un sitio, ojala una pista de alimentación, para recibir, allí sí, suplementación forrajera de volumen y/o salir a potreros
Desde el hombre
El manejo de hembras de ordeño exige un hombre tranquilo, enamorado de las vacas, consciente de la importancia del orden, de la limpieza y su dominio sobre las mismas. Las vacas se “parecen” a su manejador. Desafortunadamente este tipo de hombre es bastante escaso y requiere de un patrón igualmente consciente de la necesidad de formar recurso humano bajo condiciones laborales dignas y estimulantes. La inestabilidad, la falta de compromiso y la desidia causan estragos en el equipo de ordeño humano de cualquier lechería. Se requiere más de recursos mentales y humanos que de los económicos, para fortalecer el insumo humano. Es un hecho como el mayor limitante a cualquier proceso productivo es el elemento humano
El lugar de ordeño debe pensarse y construirse reuniendo las condiciones básicas que merece el proceso de obtención de un alimento para humanos, muy susceptible a contaminaciones y daños, siendo muy importante que además ofrezca las mínimas condiciones para realizar dignamente un trabajo físico exigente. El confort y dignidad humana es tan importante como cualquier otra consideración
El sitio de ordeño, adecuado con puestos para su ejecución, facilita y mejora el ejercicio, aporta organización, eficiencia y dignifica el ordeño por el hombre, quien debe entender que para ser limpio y ordenado, no se requiere dinero. Es algo cultural y se puede aprender.
Independientemente del número de vacas ordeñadas se requiere de un sitio para ordeño. Es irracional y antieconómico ordeñar en un sitio donde no se pueda tener orden y organización con los animales, con los hombres y con la leche. El desorden en el ordeño produce pérdidas directas.
Formar un buen ordeñador requiere inversión, voluntad, decisión y mucha paciencia. Un hombre está en capacidad de ordeñar correctamente hasta 25 vacas por jornada. Puede ordeñar más, de mala manera, con las consecuentes perdidas en producción y presentación de problemas con las vacas. Generalmente se practican “economías costosas” o se quiere forzar situaciones de aparente rendimiento en el ordeño, causantes de importantes pérdidas. En la medida en que la vaca sea más lechera, más exigencias habrá con su ordeño, casi nunca estará bien ordeñada, lo que es sinónimo de pérdidas. Debemos tener claro que pueden ser mayores las perdidas ocultas que las visibles. El solo imaginar lo que significa realmente una vaca mal ordenada, nos convence de que economizar en este punto es una decisión pésima
Desde el agua.
Valioso recurso determinante para el éxito o el fracaso de una empresa ganadera. Frecuentemente nos causa inconvenientes y enormes pérdidas ocultas.
En la práctica la debemos considerar desde diferentes usos
Agua de bebida, debemos tener claro lo que significa su calidad como un alimento vital para cualquier ser vivo. Así como da vida, también la quita. De allí la importancia de garantizar su inocuidad (que no haga daño). En la práctica encontramos lugares donde el agua enferma y mata, mientras se desgastan inventando culpables y tirando aguja desaforadamente. Es demasiado frecuente encontrar animales cuya productividad es totalmente bloqueada por el tipo de agua que consumen. Si no tienes agua de calidad para consumo, tu negocio ganadero esta desubicado y bastante embolatado. Te mantendrás en la pobreza productiva. La vaca lechera es muy exigente en este sentido y para evitar pérdidas, mejor no hagas lechería donde no tengas agua de calidad y abundante.
Decreto Ley: Si no dispones de agua, no hagas lechería.
Las vacas lecheras después del ordeño deben ser recibidas por bebederos cómodos, largos, poco profundos, en sitios claros, despejados, evitando aguas turbias, oscuras y frías. Importante garantizar su rápido rellenado.
En los potreros, la meta debe ser ubicar bebederos, idealmente móviles, alimentados por surtidores de agua (acueducto) independientemente de la fuente. Esta puede ser pozo, reservorio, jagüey, quebrada o cualquier otro. En todos se debe evitar el ingreso de animales al agua. Lo ideal es subirla a un tanque y desde allí llevarla por gravedad a bebederos estratégicamente ubicados. Que no te asuste esta inversión, en la práctica con un poco de imaginación y estrategia se puede reducir bastante. La aparente economía que haces al no invertir en el manejo del agua de bebida te genera cuantiosas pérdidas ocultas, que pueden ser muy importantes, hasta llegar a robarle la rentabilidad de tu negocio. Piensa solo en el daño causado por parásitos y microorganismos, lo que en realidad es la mínima pérdida causada por aguas mal manejadas. Después del aire, el agua es el alimento que más impacta a los seres vivos. A propósito ¿has considerado la importancia del aire como alimento?, ¿consideras el impacto que tiene la humedad medioambiental y los contaminantes, virus, bacterias y otras “cositas” que desde allí llegan al animal?
Los bebederos deben ubicarse en sitios despejados, altos, drenados, libres de sombra, alejados de los suplementos minerales y que no permitan confort a los animales, para evitar su permanencia pegados a ellos. Su tamaño, el mínimo posible, garantizando eso si su constante rellenado.
Volviendo a los jagüeyes, un recurso valido y útil en zonas donde no se cuenta con otras fuentes, pueden ser un desastre mal manejados. Focos de contaminación, de enfermedades, de tantas cosas. Lo mejor es “gastarte” un billetico buscando la forma de sacar el agua, molino de viento, bomba, balde, perol, o lo que sea y llevarla a bebederos fuera del sitio. Cércalos y no permitas el ingreso de animales. Siémbrale árboles y conviértelos en el sitio más agradable de la finca. En mi niñez me convertí en un experto en disfrutar de los jagüeyes, (piscina de pobre) también en sacar animales atollados allí, todos se morían. ¡Ah! También soy experto en la Mindaca.
Agua de consumo. Igualmente se exige una calidad mínima. Abundan las aguas contaminadas y/o pesadas, dañinas. Debes tener esto muy claro previendo que un detalle tan básico y elemental genere pobreza en tu negocio. Superado este punto, debes proponerte a optimizarla. Con frecuencia se abusa en su uso como herramienta de limpieza y aseo. En la práctica podemos producir efectos contrarios cuando se excede el uso del agua. Ubicándonos en el ordeño, tengamos claro cómo regular el agua reduce las posibilidades de contaminación y facilita la limpieza. El exceso de agua en el sitio de ordeño es contraproducente. Este sitio debe ser lo más seco posible, recurriendo más a la limpieza física y química. Los pezones se limpian con productos adecuados y se secan con periódico. La ubre y los pezones son la vida de una vaca lechera, deben cuidarse al máximo. El uso de productos inadecuados, puede causar muchas pérdidas, ojo, el hipoclorito y algunos yodos son excelentes desinfectantes, muy baratos, pero afectan el pezón. Mojar la ubre es contraproducente pues favorece la contaminación de la leche. Se reitera: el sitio de ordeño debe permanecer lo más seco posible, hacer limpieza mecánica durante el ordeño y realizar el lavado una vez finalizado. Si se requiere uso de agua, esto debe ser en el sitio de Pre ordeño a donde las vacas deben ingresar pasando antes por al menos un lava patas, largo y con un piso diseñado para abrir pezuñas. Idealmente este sitio de Pre ordeño, húmedo, debe contar con ventilación, lo cual baja de manera importante la temperatura, humedad sin ventilación, la eleva. La falta de energía pública no es limitante para este recurso, pues la energía solar hoy día es una alternativa válida y económica para hacerlo. Los beneficios logrados por los mayores rendimientos productivos pagan la inversión. El Confort es un valioso insumo que incrementa la productividad, humana y de las vacas. El ordeño debe generar placer, para los animales y para el hombre, alejado de la tortura que hoy día son la mayoría de los ordeños. Con el tiempo las vacas van aprendiendo y se acostumbran a defecar y orinar en el Pre ordeño, donde el ambiente húmedo y el contacto con el agua las invita a hacerlo allí, veras como cada vez orinan y se defecan menos durante el ordeño.
Agua agronómica. Es aquella que podemos utilizar para el cultivo y producción de forrajes. Con mente abierta e inquieta podemos idear muchas maneras de utilizar el agua inteligente y productivamente. Consideramos que el riego en ganadería se debe limitar a pequeñas áreas, correctamente trabajadas, para producir de manera eficiente forrajes enriquecidos en su oferta, mejorados genéticamente para aportar realmente nutrientes a los rumiantes. Con potreros pequeños, manejados y pastoreados de manera racional, se optimizan los potreros y se reduce significativamente los efectos del verano. Seguramente con un 5% a 10% del área total de tu terreno dedicados exclusivamente a la agricultura ganadera, puedes producir el alimento que requieres para garantizar suministro en épocas de escasez. Se reitera: las buenas prácticas de pastoreo y la optimización de áreas proporcionales en ganagricultura te harán competitivo. No sufrirás la ruina del verano y seguramente no te desgastaras buscando y repagando alimentos de dudosa calidad con altos costos de transporte. Seguramente un pozo artesano o un adecuado reservorio te permitan producir el alimento que necesitas. Invierte en calidad y sin despreciar la cantidad. Ante la escasez es mejor tener algo, así sea solo relleno, el cual puedes mejorar manejando aditivos.
Escrito por: Luis Guillermo Fuentes | Publicado en: Notas ganaderas.
Tomado de:http://jairoserrano.com
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